En 1952 Kako Bastar y su familia emigraron a la ciudad de Nueva York. Al llegar se dedicó definitivamente a su sueño, ser percusionista. Y su talento y preparación lo llevaron a formar parte de grandes agrupaciones musicales como las de Arsenio Rodríguez, Frank Raúl Grillo Machito, Tito Puente, Tito Rodríguez, Belisario López, por solo nombrarle algunos.
En 1955, Bastar organizó su primera orquesta, en la que tocaba la conga, el timbal y el bongó, e inició sus grabaciones para el sello Alegre, con la ayuda del productor Al Santiago. Su primer álbum, del año 1961 se llamó Kako y su Combo Gigante, con Julián Llanos como vocalista. También en 1961, junto a Charlie Palmieri, dirigió el proyecto Alegre All Stars. Su segundo disco, Kako y su combo, volumen II, se realizó en 1962, con la participación de Chiviríco Dávila como cantante. De allí en adelante, por su orquesta grabaron los mejores cantantes y soneros de la historia de este movimiento social y musical llamado salsa: Camilo Azuquita, Miguel Barcasnegras Menique, Rafael Cortijo, su amigo de infancia, el Sonero Mayor Ismael Rivera, Carlos Santos, Ismael Rivera Jr., y paremos de contar.
Indiscutiblemente, Francisco Ángel Bastar es uno de los pioneros de nuestra música desarrollada en la capital de mundo durante tres décadas. Kako fue precursor en el estilo que caracterizaría el sonido latino en la ciudad de Nueva York, y agregó nuevas sonoridades a la música cubana y puertorriqueña.