En una presentación improvisada en la tarima de un hotel de la capital, donde su padre se desempeñaba como músico, tuvo la oportunidad de interpretar una canción frente al público. Esa noche lo escuchó el salsero boricua, el maestro Tommy Olivencia y le sugirió que debía lanzarse como solista.

Su padre le produjo su primer demo y el mismo fue escuchado por ejecutivos de la CBS de Miami, quienes quedaron impactados y le propusieron la grabación de su primer álbum.

Su primera producción, Empezando a Vivir, fue el título con el que se dio a conocer con su primer éxito: De la cabeza a los pies, con el que empezó a ser conocido como el Bebé de la Salsa.

Continuó con Abriendo Puertas y temas como Esa Niña, Nada Sin Ti y Dime lo llevaron al primer lugar en la mayoría de las estaciones radiales en Puerto Rico, Estados Unidos y América Latina. Con esta producción obtuvo un disco de oro (50,000 unidades) y dos de platino (100.000 unidades) además de un premio Diplo (local).