Cuando Monterrey llegó a Venezuela sus primeros pininos los hizo participando en programas de radio junto al famoso locutor venezolano Víctor Saume.

Luego, Luis Alfonso Larrain lo alistó a en su orquesta de baile. Todo esto le permitió darse a conocer y que Billo Frómeta le pusiera el ojo encima para contratarlo en su orquesta.

Muchos de estos temas que hicieron las delicias del público hace más de ochenta años tenían por nombre: Se murió Camilo escrita por el propio Manolo Monterrey, María Cristina, Cosa linda, Ariel, Swing con son, Compadre Pedro Juan, Embuste embuste, Necesito una mujer, Apretaíto, Ya don Rafael habló, La burrita de Petare, Las muchachas de mi tierra, entre otras.

Era llamado El ciclón antillano, bautizado así por Billo Frómeta. Ese seudónimo describía perfectamente su energía de sus actuaciones que acompañaban el canto y siempre buen humor que le caracterizaban.

Además de ello, tenía excelentes características en su vocalización como eran: impecable dicción, buen timbre de voz, métricas oportunas.

Luego de trabajar en la Billo´s, pasa a formar parte de la orquesta de Jesús Chucho Sanoja, Los Melódicos en dos períodos, funda también su propia orquesta.

Estuvo muy activo hasta casi hasta el final de su vida, ya con edad avanzada hacía presentaciones de corta duración pero seguía deleitando al público con sus ocurrencias.